¡Gracias por llegar hasta aquí!

Hola, soy Ana.

Sepúlveda es mi hogar. Aquí me crié. 

Después de estudiar Historia del Arte y un máster en Gestión de Museos en Madrid, surgió la oportunidad de regresar y trabajar en proyectos vinculados con turismo y cultura. 

Era 2007,  pensaba quedarme sólo un año pero…

Me enamoré de la vida aquí, de la gente, de cada proyecto y de la reacción de las personas al descubrir las maravillas que atesora Sepúlveda. 

Amplié mi formación y descubrí el poder del teatro para conectar con nuestras emociones. 

Un día decidí unir mis pasiones: Sepúlveda, la historia y el teatro para crear Sepúlveda Viva.

Desde entonces… Soy feliz viendo la cara de cada persona que realiza las visitas, observando cómo los padres y madres disfrutan al ver a sus hijos interesarse por la historia y sentirla, percibiendo la satisfacción de los profesores cuando sus alumnos preguntan y participan, cuando un viajero solitario se deja llevar por el espectáculo. 

En las visitas te acompañará el mejor equipo del mundo:

Alejandro Blanco

Alejandro es sepulvedano e intérprete de patrimonio desde 2008. Compañero de fatigas de Ana desde el colegio, y el más fiel amigo de la Srta Mardomingo, aunque no quiera admitirlo. Es una de las personas más pacientes del mundo, por eso en las visitas con los más mayores hace que se sientan tranquilos, y descubran Sepúlveda de la manera más accesible y serena posible. Es tan perfeccionista que no permitirá que te vayas con una sola duda de Sepúlveda.

Elena Sousa

La pluma de las visitas teatralizadas, nuestra guionista. Tiene una visión del mundo llena de poesía y cultura, que descubrirás en cada uno de sus textos. Sus personajes fascinan. Y es que los cuida como si fueran parte de su familia, por eso no podrás evitar rendirte a ellos. Elena es el detalle, el mimo y el cuidado del equipo, es bondad, y fuerza a partes iguales. El teatro es su vida, y cada aplauso del público va directo a su corazón.

Antonio Cabañas

Es el director de escena y nuestro actor preferido. Ama el teatro, la perfección, el ritmo, y la composición de los personajes. Así que cuando nos dirige nos tiene fritas. No permite que los gestos se diluyan, porque su mayor inquietud es que todos los matices de los personajes contribuyan a emocionarte. No puede actuar si tiene hambre porque se pone de mal humor, y deleita a todo el equipo con los productos de su huerta.

Abrir chat
1
¿En qué podemos ayudarte?
¡Hola! ¿En qué podemos ayudarte?